Redacción – Del 2 al 13 de abril se realizará una expedición científica sin precedentes desde las Islas Galápagos hasta Isla del Coco, para identificar las especies marinas migratorias que usan dicha ruta y cuantificar su distribución, abundancia y la diversidad de sus depredadores.

De acuerdo con Zdenka Piskulich, de la Fundación PACÍFICO, el objetivo general de la expedición es llevar a cabo estudios de investigación con el fin de resaltar la importancia de implementar esfuerzos transfronterizos de conservación en este corredor marino prioritario para especies altamente migratorias.

“Queremos cuantificar la distribución, abundancia y diversidad de las especies existentes en el corredor marino transfronterizo utilizando estaciones pelágicas[1] remotas submarinas de video con carnada (BRUVS por sus siglas en inglés), monitorear a los mamíferos marinos y aves marinas mediante la observación e investigar el efecto de los factores ambientales como la temperatura, profundidad y la presencia de montes submarinos sobre la distribución y abundancia de estas especies a lo largo de este corredor marino”, explicó Piskulich.

Las estaciones pelágicas remotas submarinas de video con carnada son una herramienta efectiva para monitorear tiburones y otros depredadores grandes a lo largo de Galápagos-Cocos.

La evaluación del estado del tiburón y otras poblaciones pelágicas es particularmente importante dado el rápido ritmo al que algunas especies están disminuyendo. Los tiburones grandes son capaces de estructurar las cadenas alimentarias marinas regulando las poblaciones de presas y/o modificando su comportamiento. Por ello, la eliminación de los tiburones de los océanos podría tener importantes consecuencias ecológicas, como la pérdida de biodiversidad, la función y la salud del ecosistema.