Redacción – El Buró Federal de Investigaciones (FBI), la policía federal estadounidense, admitió este viernes que en enero recibió un alerta sobre Nikolas Cruz, responsable por la matanza de 17 personas el miércoles en una escuela de Florida, pero falló en seguir los protocolos de investigación.

Esos procedimientos «no fueron seguidos para la información recibida por una oficina del FBI el 5 de enero. La información no fue proporcionada a la oficina de Miami, y ninguna investigación fue conducida en ese momento», apuntó la entidad en una nota oficial.

En un comunicado, el FBI reveló que el 5 de enero una persona cercana a Cruz les alertó de que el joven podía llevar a cabo un tiroteo en una escuela, puesto que poseía armas, había expresado deseos de matar a gente, tenía un «comportamiento errático» y hacía publicaciones «inquietantes» en las redes sociales.

El FBI, por razones que se desconocen, no siguió los protocolos oportunos en estos casos y no investigó ese aviso. «Todavía estamos investigando los hechos. Estoy comprometido con llegar al fondo de lo que ha ocurrido en este asunto en particular, y también en revisar nuestra forma de responder a información que recibimos del público», dijo en un comunicado el director del FBI, Christopher Wray.

«Hemos hablado con las víctimas y sus familias y lamentamos profundamente el dolor adicional que esto pueda causarles», agregó.

Bajo los protocolos establecidos por el FBI, la información que una persona cercana a Cruz hizo llegar a los agentes el 5 de enero habría sido evaluada como una amenaza potencial a la vida de los ciudadanos estadounidenses, según recoge la agencia en un comunicado.

En circunstancias normales, esa información recolectada por el FBI habría sido enviada a la oficina en Miami, donde se deberían haber tomado las medidas apropiadas para investigarla.

Sin embargo, la información no fue entregada a la oficina de Miami y no se llevó a cabo ningún tipo de investigación, según admitió la fuerza federal.

El FBI ya reconoció ayer que hace cinco meses también recibió información sobre un comentario hecho en un canal de YouTube y en el que alguien dijo que quería convertirse en un «tiroteador escolar profesional».

Ese comentario fue formulado por Cruz, pero en ese momento el FBI no intervino porque no pudo identificar al autor de tales amenazas.

Cruz, que había padecido problemas de salud mental, ha sido acusado de 17 asesinatos premeditados y se encuentra encarcelado a la espera de juicio.

El tiroteo de Parkland dejó 17 muertos, 15 personas heridas y fue el decimoctavo incidente con armas ocurrido en centros educativos estadounidenses en lo que va de 2018.

Con información de El Clarín.