Redacción-En Costa Rica, según cifras de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales, (FLACSO),  70 de cada 100 adultos que consumen alcohol lo hacen de forma moderada.

Cuando se les preguntó a los participantes sobre sus patrones de consumo en los últimos 30 días, mencionaron que bebieron una vez por semana.

De ellos, el 16,9% admitió haber consumido cinco tragos o más, al menos una vez a la semana. En el país, el 11% de la población entre los 18 y 65 años, consume licor siguiendo patrones de alto riesgo, lo cual quiere decir que toman muchas bebidas por ocasión.

“Para garantizar que la cantidad de alcohol que consumamos sea compatible con un estilo de vida saludable, solo debemos mantenernos dentro de los rangos de la moderación, y una clave para tomar siguiendo un patrón de bajo riesgo es aplicar la fórmula del 2-3-0-2. Básicamente, nos indica que las mujeres no deberían exceder los 2 tragos por día, que el consumo máximo de licor para los hombres no debería pasar de 3 bebidas y que se debe mantener la ingesta de alcohol en 0 al menos 2 días por semana”, detalló Mónica Solórzano, directora ejecutiva de Educalcohol Costa Rica.

Para ayudar a los adultos sanos que deciden consumir alcohol a mantener un consumo de bajo riesgo, Educalcohol desarrolló una guía de consejos denominada Los ocho beneficios de la moderación[2], los cuales podrán contribuir con el cumplimiento de los propósitos de año nuevo. El detalle a continuación:

Dormir más: si la persona está tratando de descansar más horas, es posible que haya escuchado que tomarse algunos tragos lo relajará. Lo cierto es que le ayudará a dormir por las primeras horas y después le hará despertarse, es posible que ronque más y le costará recobrar el sueño. La recomendación es evitar el uso del alcohol para conciliar el sueño. El patrón de consumo moderado no causará estos efectos desagradables.

Mañanas más productivas: si la persona se propuso levantarse más temprano, va a ser difícil lograrlo si lo que le espera al día siguiente es la “goma”. Tomar en exceso afecta todo el cuerpo y este conjunto de reacciones hace que las personas se sientan muy mal al despertar, teniendo mañanas más lentas y de mucho malestar. Consumir alcohol moderadamente evitará estas incomodidades.

Estar más en forma: la ingesta moderada de licor no afectará el rendimiento deportivo siempre que ésta se distancie de la hora del ejercicio. Lo recomendado es evitar el consumo de alcohol antes o durante las actividades físicas para prevenir lesiones y mejorar el rendimiento.

Mejor manejo del peso: en promedio, hay 7 calorías por cada gramo de alcohol. Por ende, mientras más moderadamente se consuma el licor, mejor será el resultado en la balanza. Cuando el licor ingresa al cuerpo tiende a acumularse en forma de grasa, especialmente abdominal, por lo que el exceso podría sumar algunos kilos a quienes buscan controlar su peso.

Socializar más: si la persona toma licor moderadamente, pasará más tiempo disfrutando, charlando y haciendo vida social; y menos tiempo inconsciente, con malestares y repasando historias vergonzosas con sus amigos. Muchos se han propuesto conocer más personas, socializar en círculos diferentes, entre otras actividades, en las que el exceso de alcohol no ayuda para nada.

Ahorrar más: si uno de los propósitos es ahorrar más, beber alcohol moderadamente ayudará a gastar menos en grandes cantidades de tragos, e invertir mejor el presupuesto en licores de mejor calidad que podrán disfrutarse a gusto.

Mayor concentración: el consumo moderado de licor evitará los efectos negativos en las habilidades cognitivas, la concentración y el juicio que el exceso genera. A la larga, tomar alcohol de más puede tener efectos permanentes muy negativos en el cerebro y, por ende, en la productividad.

Más paciencia: en pequeñas cantidades, el licor ayuda a las personas a sentirse relajadas y confiadas; y a no padecer de impactos emocionales como la tristeza, la irritabilidad y la impaciencia ocasionadas por el exceso.

Para calcular individualmente cuánto es un consumo seguro de alcohol, las personas pueden disponer de herramientas como, por ejemplo, la calcoholadora de Educalcohol (disponible en App Store y Google Play) o consultar con su médico de cabecera o nutricionista.