Redacción-  La oposición de izquierda de Honduras intentaba este sábado lograr un acuerdo con el tribunal electoral para acelerar el lento conteo de votos de las elecciones el domingo 26, mientras un toque de queda decretado por el gobierno contuvo las protestas pero agudizó la violencia y brutalidad policíaca.

El gobierno de Juan Orlando Hernández, quien encabeza el cómputo oficial por estrecho margen tras postularse a una cuestionada reelección, impuso el viernes el estado de sitio, con toque de queda nocturno durante 10 días, lo que obligó a los manifestantes a replegarse para evitar ser detenidos.

La capital amaneció el sábado sucia con restos de barricadas, piedras que los manifestantes lanzaron a la policía represora y paredes con leyendas pintadas como: «Fuera JOH» y «JOH fraudulento», por la iniciales del presidente.

«Fuera el dictador» y «Cuatro años más jamás», se leía en algunas paredes, al término del toque de queda de 12 horas, mismo que derivó en diversas agresiones por parte de las autoridades a la población hondureña.

El líder de la Alianza de Oposición Contra la Dictadura, el expresidente Manuel Zelaya, recomendó al Tribunal Supremo Electoral (TSE) revisar 5 mil 174 actas con las que existen dudas debido a una serie de interrupciones sospechosas el miércoles del sistema de transmisión de los resultados.

El presidente del TSE, David Matamoros, convocó a Zelaya y al candidato de la Alianza, Salvador Nasralla, a revisar solamente mil 6 actas con inconsistencias en el número de votos o por falta de firmas de los delegados de las mesas de sufragio.