Redacción – Sonará algo trillado pero la verdad es que para conseguir una boca jugosa, con volumen, suave y libre de arrugas, no tienes por qué recurrir a carísimos tratamientos. Un poco de consciencia y un espejo y tus labios lograrán levantar pasiones.

A menudo nos preocupamos mucho por nuestros labios. Sabemos que hay que mantenerlos hidratados y por eso siempre cargamos con un buen bálsamo labial. También nos gusta poder presumir de ellos pintándolos de colores vibrantes que potencien su forma y volumen. Y, en definitiva, los cuidamos de todo tipo de agresiones, desde los rayos UVA hasta herpes o calenturas.

Pero lo creas o no, puede que no hagas lo suficiente por ellos. No estamos hablando de inyecciones de ácido hialurónico ni otro tipo de tratamientos en los que se necesite dinero y un especialista, hablamos de ejercicios y masajes que pueden ayudarte a contribuir a que estén mejor cuidados, más gruesos y más jóvenes.

Los beneficios de los masajes para labios pueden ser muchos, pero para realizarlos todos ellos suelen necesitar los mismos ingredientes: 10 minutitos cada mañana o cada noche (si puedes hacerlo dos veces, mejor que mejor), perseverancia, un espejo y algo de vaselina. No es tan complicado, ¿verdad?

La zona superior de los labios, esa pequeña porción de piel entre la boca y la nariz, suele ser una de las primeras zonas en las que aparecen arrugas. Esto se debe a la falda de elasticidad y volumen como consecuencia de la falta de hidratación. Realizando los ejercicios adecuados, mantenemos esta zona en forma y así prevenimos ese envejecimiento.

Otro de los beneficios de los masajes de labios es el volumen. Sí, soñar con el grosor perfecto es inevitable.

Un poco de exfoliación y los ingredientes naturales adecuados pueden lograr el efecto ‘pop’ en tus labios. Lo bueno de este tipo de ejercicios es que los puedes realizar en cualquier parte así que, siempre que quieras un poco de volumen extra: masajea como es debido.

Masajes, ejercicios a modo de gimnasia facial y los productos adecuados son las claves para poder presumir de unos labios perfectos. Presta atención a estos trucos.

 Recopila lo necesario

Primero y antes de comenzar, es importante que no te lances a mover tus labios como una loca sin haberlos preparado antes. Se recomienda beber agua para mantener la boca hidratada. El bálsamo labial es otro de los productos estrella aunque, si no tienes, siempre puedes utilizar algún tipo de aceite natural.

El espejo, tu mejor aliado

Sitúate frente al espejo para realizar todos los masajes y posturas de la forma adecuada. Cuando realizamos un masaje de labios, todo el rostro entra en el juego y, si precisamente lo que queremos es luchar contra la aparición de arrugas, lo que menos necesitamos es estar moviente todo el rostro y haciendo que aparezcan arrugas en otras partes que no sea la boca. Así que, necesitas concentración para revisar qué única y exclusivamente mueves la boca.

 Un poquito de exfoliación

Los masajes para labios tiene varios pasos, uno de ellos suele ser la exfoliación. Pero es que esta técnica es todo un masaje. Puedes utilizar un poco de azúcar o canela y mezclarlas con aceite o miel. Además de delicioso, este mejunje sirve para exfoliar (debido a los pequeños granillitos) y dar volumen a los labios (si utilizas canela, claro).

Aplica la mezcla sobre tus labios y extiéndelo con ayuda del cepillo de dientes o con tus propios dedos. Utiliza pequeños movimientos circulares y ejerce una leve presión mientras lo haces. Continúa con el masaje durante un par de minutos y retíralo.

Puedes realizar este tipo de masajes para tus labios tanto por la noche como durante el día. De noche funciona más como un tratamiento mientras que de día se puede convertir en una forma de darle volumen a tus labios y salir a la calle con un maquillaje perfecto.

Toquecitos en el arco de Cupido

Rápido y efectivo. Con un suave tamborileo en esta zona tan agradecida de los labios conseguirás fomentar la circulación logrando el efecto de unos labios más voluminosos.

Otro ejercicio similar es el de dar 5 pequeños golpes en los labios, ejerciendo una presión leve, de nuevo igual que si fueras a lanzar un beso. Repite esta serie 3 veces.