Redacción y agencias-El huracán Irma fue calificado por la  Organización Mundial de la Meteorología (OMM), como el más fuerte jamás registrado  en el Atlántico, mientras que el terremoto que azotó a México la madrugada de este viernes, de magnitud 8.2 el segundo más potente desde el año 2000

«El más fuerte jamás registrado».  Irma ha batido varios récords; entre ellos el de intensidad, al mantener por más tiempo que ningún otro vientos de casi 300 kilómetros por hora.

Además, registra impresionantes números en cuanto la energía acumulada; ha generado en siete días más energía que la que crearon los ocho ciclones precedentes en el Atlántico, incluido el Harvey que azotó Texas recientemente.

El fenómeno sigue moviéndose por el continente americano: se desplaza por costas cubanas y se prevé que al finalizar la semana alcance el estado de la Florida, en el sur de EE.UU., donde las autoridades han ordenado la evacuación de amplias zonas de la línea costera.

La preocupación de las autoridades es que Irma viene escoltado por otros dos ciclones en el Atlántico (Katia -categoría 2- y José -categoría 4-). Se espera que el huracán impacte de manera directa entre el sábado y el domingo en Miami y se debilite hasta llegar a Tennessee.

Soldados limpian los escombros de un edificio municipal en Juchitán, Oaxaca. Luis Alberto Cruz (AP)

Terremoto en México. Las víctimas tras el violento movimiento telúrico ya se cuentan por decenas en México. La mayor cantidad de víctimas se registraron en los estados de  Oaxaca, Chiapas y Tabasco y se teme que el balance continúe en aumento.

El de México es el segundo terremoto más potente desde el año 2000; está por detrás del que azotó a Chile en febrero de 2010 y que registró una magnitud de 8,8 en la escala de Richter.

El epicentro se localizó frente a las costas de Chiapas, en el sureste mexicano, se sintió en varios países centroamericanos y disparó las alertas de tsunami.

Hasta el momento, tras el terremoto se han producido 266 réplicas, la mayor de ellas de magnitud 6,1 en la escala de Richter, lo que apresura las tareas de rescate en las zonas afectadas.