Redacción –Un smokey fucsia puede complementarse y (por qué no) recargarse con una boca igual de vibrante en un intenso rosado, cercano a la familia de los berréis.

La clave es aplicar primero un rosado muy claro sobre el párpado móvil para tener una base que permita incorporar otros tonos o texturas.

Con un fucsia se sombreó todo el párpado móvil y en la esquina exterior se mantuvo una leve inclinación gatuna, que se unió con el trazo para definir por debajo de las pestañas.

En la cuenca, un poco de rojo mezclado con lila aporta esa tonalidad cereza que genera contraste y más dramatismo.

Es importante tener un cotonito a mano para pulir justamente esa zona y evitar que se vea ojerosa y de un aspecto cansado. Imprescindible, retocar el corrector al finalizar con los ojos para lograr mayor definición y limpieza.

Para los labios utilizar un labial líquido de larga duración y encima unos toques de polvo translúcido para ese aspecto aterciopelado.

¿Fucsia y satinado?, ¡Claro!

Una combinación arriesgada es utilizar un tono vibrante en una textura que refleje la luz como la satinada.

Cuando se lucen tonos fuertes, es fundamental que la piel acompañe. Dedicarle tiempo a corregir imperfecciones y dar una textura natural, fresca y humectada, es ideal en estos casos.

Si va a maquillar los labios con colores llamativos, es fundamental que no tengan cueritos y que estén bien hidratado, esto con el fin de que la aplicación sea impecable, también se debe delinear primero el contorno con un pincel plano y el mismo labial que se va a usar.

Luego, puede rellenar con la barra; si tiene labios muy gruesos, evita la textura satinada porque agrega volumen.

Diversión de glitter

Chispeante y atrevido, un delineado así jamás pasa inadvertido. En este se puede usar un labial como delineador, ideal que sea de larga duración y líquido para aplicarlo más fácilmente con el pincel y puede trazar una línea tipo cat eye.

Luego,  aplicar pegamento de pestañas transparente y antes de que secara, con la ayuda de una brocha plana y pequeños golpecitos, poner glitter rosado. Los maquilladores decidieron dejar un ‘marco’ fucsia para destacar más la forma de la línea.

Dulzón-natural, no falla

Un poco de rosa en las mejillas aporta la frescura que todos necesitamos para vernos despiertas. Las texturas en cremas son las que aportan el efecto más natural, pero no funciona tan bien en pieles grasas.

Para el look ‘saludable’ la clave es aplicar el blush en las manzanitas de las mejillas y no abusar de la cantidad de producto. La brocha no debe ser muy ancha, sino más bien plana y suave, para que pueda depositar los polvos del rubor, pero también pulir y que no se vean marcas.