Redacción-Comerse o morderse las uñas es una manía que miles de personas tienen y desarrollan desde la infancia. Aunque la mayoría de personas han pasado alguna vez por esa situación, pocas mantienen esa manía a lo largo de su vida.

La principal causa, según las investigaciones, es la ansiedad. Esto significa que al comerse las uñas, la mente encuentra una vía de escape para los problemas, los sentimientos negativos o las preocupaciones.

Los cuadros de angustia y de estrés suelen ser también otras de las razones por las que una persona se muerde o come las uñas. Con el paso del tiempo este hábito pasa a ser como un “tic nervioso”.

Algunos efectos negativos que tiene comerse las uñas son:

Falta de crecimiento: Cuando la uña es mordida hasta lo más profundo tarda mucho en volver a crecer y, si lo hace, será de forma inadecuada.

Problemas dentales: Aumenta el desgaste en los bordes de las piezas dentales y, además, aumenta la sensibilidad oral debido a que se va perdiendo el esmalte que las recubre, también puede provocar maloclusión dental (mal alineamiento) y problemas para masticar.

Dolores: Al querer tomar algún objeto, abrir un envoltorio, usar herramientas, escribir en el ordenador o en el móvil el dolor es insoportable. No podemos realizar nuestras actividades cotidianas de manera eficaz ya que el simple contacto de los dedos con cualquier material nos paraliza.

Enfermedades infecciosas: Las personas que se comen las uñas son más vulnerable a sufrir una enfermedad llamada paroniquia. Se trata de una infección en los dedos que provoca hinchazón, enrojecimiento y producción de pus, también se pueden hacer más frecuentes los hongos, cuando la carne de los dedos está “al aire libre” y sin la protección de la uña.

Factores emocionales: Las personas que se comen las uñas su primer acción es ocultar sus manos, debido a nadie le gusta que le vean las uñas mordidas. Esto trae vergüenza, baja autoestima, frustración y tristeza.

Dolores articulares: Es un poco extraño, pero esta manía causa dolores en las cervicales y la mandíbula debido al esfuerzo que deben hacer los músculos para quitar los fragmentos de uña.