Redacción/Agencias – Resulta complicado valorar el impacto social y mediático que ha generado el tema ‘Despacito’. Hacía tiempo, probablemente desde ‘La Macarena’, que una canción en español no dinamitaba las barreras del idioma de una forma tan contundente y se colaba como ‘single’ más escuchado en las listas de éxitos de los países más insospechados. A Luis Fonsi todavía le sorprende ver a asiáticos haciendo coreografías en YouTube de su ‘megahit’ aunque no tengan ni idea de qué dice la canción. Pero no importa, porque como él mismo reconoce, es cuestión de ritmo. Y en ese aspecto, parece haber dado con la fórmula adecuada después de conquistar a medio planeta.

El videoclip que hizo junto a Daddy Yankee ya ha superado los dos mil millones de visualizaciones, Justin Bieber ha hecho una versión en inglés, ha sido número uno en los EEUU y en casi todos los rincones del planeta. Luis Fonsi ha pasado de ser un cantante melódico a rey de la pista. Y ahora se prepara para hacernos mover las caderas en su concierto de este sábado en el festival de Cap Roig.

No es precisamente un artista recién llegado, lleva muchos años en el mundo de la música y de pronto llega un tema que lo cambia todo. ¿Cómo se ha enfrentado a este éxito? 

Yo soy compositor de mis propias canciones e intento poner en todas ellas la misma cantidad de cariño. Sin embargo, al final te das cuenta de que no depende de ti, y de que puedes ser el más meticuloso en cada detalle, pero no sabes cómo va a reaccionar la gente. Para mí la dimensión que ha cobrado ‘Despacito’ ha sido una sorpresa, no te lo voy a negar, porque nadie sabe cuáles son los ingredientes, el secreto, de una canción de éxito. ¡Yo no tengo ni idea! Creo que son fenómenos que ocurren y a los que no hay que buscarles explicación. Sólo sentir agradecimiento, porque el impulso que le ha dado a mi carrera esta canción es imposible de medir.

¿Es complicado que una canción en español triunfe en otros mercados?

Quizás es lo más bonito de todo. Te lo dice un latino que ha vivido siempre en EEUU. Soy un gran defensor de nuestro idioma, de nuestros ritmos, de nuestra cultura y nuestro sabor. La versión en inglés está bien, pero la que de verdad triunfa es la que está hablada en castellano. Eso es lo que hay que defender.

Con esta canción se ha reinventado, tanto musicalmente como a través de tu ‘look’. ¿Es necesario adaptarse a los nuevos tiempos para sobrevivir como artista? 

Sin duda, no queda más remedio que crecer al mismo tiempo que avanza la sociedad. Hay que renovarse y no quedarse estancado. Porque el público y el mundo también van girando. En ese aspecto, la música y la moda tienen algo en común. Tú puedes tener un estilo concreto, pero al final te vas adaptando a las circunstancias, te pones unos ‘jeans’ rotos y te terminan gustando, o el pelo corto y hacia arriba. A mí me gusta nutrirme de lo que veo alrededor. Así la gente puede decir: «Ay, mira, este Fonsi está haciendo cosas nuevas, está evolucionando». Cada disco es un nuevo capítulo que ha de representar tu momento actual. Cuando escucho los anteriores me acuerdo de lo que estaba atravesando a nivel personal. Eso es lo bonito, que la música te traslade a lugares que son solo tuyos. Hay que reinventarse sin perder la esencia de uno mismo.

“La música romántica y la clásica no van a morir, pero si sales un viernes por la noche necesitas un poco de movimiento”

¿Cómo definiría su nuevo estilo? 

Para mí ‘Despacito’ y muchos de los temas de mi nuevo álbum, es la forma en la que he experimentado con un nuevo sonido pop, es una fusión de ritmo latinos y urbanos, es una mezcla de sabores y creo que por ahí va el futuro de la música popular. Pero no me gusta poner etiquetas a todo. Prefiero que cada uno lo sienta de una manera distinta, ya sean fans del reguetón o de la melodía.

En esta canción ha colaborado con Daddy Yankee, pero no es la primera vez que se une a algún artista. ¿Cree que la crisis de la industria discográfica ha propiciado que exista un aspecto más colaborativo entre distintos creadores? ¿La unión hace la fuerza?

Tienes toda la razón. Es un instinto que tienen las nuevas generaciones que no se tenía antes. Hace treinta años el artista era más celoso de su música y no compartía nada. Ahora es casi una necesidad. Y lo importante es que se crean cosas únicas en la unión de intérpretes de géneros opuestos. En mi carrera he trabajado con artistas tropicales, de flamenco, con DJs, con Juan Gabriel, Armando Manzanero, Juan Luis Guerra o Víctor Manuel. Viejos titanes y nuevos experimentos, ahí está la clave, en la mezcla.

¿Qué tienen de bueno los nuevos tiempos?

Antes el negocio era más lento. Hacías un disco, se promocionaba, se lanzaba… Ahora el disco físico no es tan importante, aunque reconozco que en ese aspecto yo soy bastante nostálgico y me siguen gustando. Pero ahora el imperio se hace a través de una canción. Y se puede difundir de forma masiva en segundos y sin ningún esfuerzo. Servicios como Spotify o las redes sociales han contribuido a este impacto y nos ha obligado a los artistas a ser más proactivos.

A mitad de año saldrá a la venta su próximo disco en el que se integrará ‘Despacito’. ¿Cree que este ‘boom’ beneficiará o perjudicará al resto de temas?

Me pasó algo similar después de ‘Yo no me doy por vencido’. Creía que ahí había tocado techo y piensas: ¿ahora qué? Sin embargo, sacamos el ‘single’ ‘Aquí estoy yo’ y funcionó súper bien, ganamos un grammy con él. Así que hay que tener confianza, porque si no, me entraría el pánico. Creo que será el disco más importante de mi carrera. Una mezcla entre latino, caribeño y romántico. Mixto, como yo, porque yo nunca he sido un baladista de corbata y traje. Ni tampoco un artista pop de brincar y bailar. Me gusta el término medio. ¿Sabes cuáles son mis géneros favoritos? El rock y la salsa. Pero me gusta experimentar y ahora estoy en una etapa más urbana.

“Me identifico más con cualquier mexicano que cruza la frontera que con los americanos. Por mi idioma, por mi cultura y mi manera de ser”

¿Qué secreto cree que tiene la música latina para haberse convertido en un ‘boom’?

La música romántica y la clásica no van a morir, pero si sales un viernes por la noche necesitas un poco de movimiento. La gente necesita ese ritmo para sobrellevar los tiempos que nos ha tocado vivir.

Como latino, ¿cómo valora la llegada de Trump al poder?

Estamos atravesando momentos de muchos cambios. Como puertorriqueño soy ciudadano americano y quizás no tengo que atravesar tantas incertidumbres como parte de los latinos que llegan a América. Pero me identifico más con cualquier mexicano que cruza la frontera que con los americanos. Por mi idioma, por mi cultura y mi manera de ser. No estoy de acuerdo en muchísimas cosas con Trump, por eso no le voté. Pero soy un tipo optimista, y trato de ver más allá y creo que lo que va a ocurrir es que la comunidad latina se va a unir más que nunca en EEUU. Y espero que sean nada más cuatro años, pero que nosotros salgamos al menos fortalecidos, porque hay mucha incertidumbre, miedo y confusión ante los posibles cambios. Por eso la música nos ayuda a desconectar de esa realidad tan odiosa. La necesitamos para que nos libere y nos eleve el alma.

Entrevista del diario español El Periódico.