Redacción – Por más cruel y triste que suene, las personas feas viven menos, de acuerdo con un un estudio de la Universidad de Cincinnati (Ohio, Estados Unidos).

Según el estudio,la relación entre belleza exterior y bienestar interior es tan estrecha que a partir de ahora la segunda no se podrá entender sin la primera.

Lo que en ausencia de datos nadie con dos dedos de frente se atrevería a promulgar es desde hoy una realidad. El culto al cuerpo y los miles de euros invertidos en tratamientos, alimentos de calidad y horas de gimnasio no pueden seguir considerándose temas superficiales o menores, pues, al parecer, la gente guapa vive más y enferma menos, mientras que los feos, lo contrario.

Esta es la idea que concluyen los expertos tras analizar los perfiles de 15.000 voluntarios estadounidenses. Según los resultados obtenidos de las entrevistas realizadas, belleza y felicidad no se pueden analizar por separado: la mayoría de las personas guapas tienen los niveles de colesterol a raya, la presión sanguínea controlada y su alimentación sigue las recomendaciones de los expertos.

Asimismo, padecen menos enfermedades crónicas, tienen mejores tasas de fertilidad y poseen una mayor capacidad para sortear los males de raíz neuromuscular.

El estudio, que durante diez años ha seguido las aventuras y desventuras de un grupo de personas con edades comprendidas entre los 24 y los 35 años, afirma que los guapos también se deprimen menos –los casos diagnosticados de depresión son notablemente inferiores con relación a la media occidental–, tienen menos alergias y cuentan con menos posibilidades de padecer un trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH).