Redacción – Un semblante fuerte, un lenguaje verbal dominante y un discurso que enamora el oído de un pueblo necesitado de propuestas. Así son los políticos que en diversos países son creadores de corrientes políticas que transitan en dirección hacia al pueblo y no hacia los burócratas: el populismo.

Como sucedió en la Argentina de Perón en los 40’s, el personalismo político es el culpable del nacimiento de ese tipo de corrientes que exaltan la cultura de un pueblo.

Claudio Alpízar, politólogo costarricense, Licenciado en Ciencias Políticas (UCR), y máster en Estudio Latinoamericanos para el Desarrollo, analiza el impacto del personalismo en Costa Rica, una democracia consolidada en el liberalismo y muy alejada, hasta ahora, del populismo, pero tal vez muy cerca del personalismo.

¿Considera que el  personalismo político se ha hecho más evidente en Costa Rica?

“Esto viene sucediendo no solo en nuestro país, también en todo el mundo, sobre todo en aquellos partidos políticos que no tienen un pensamiento, ideología y plan claro. Entonces el ciudadano empieza a referirse o encontrar una mejor referencia en la personalidad del candidato a la presidencia de la República que en los planteamientos  propios de un partido”.

¿Lo medios de comunicación influyen en el personalismo político?

“Sí, hay un grado de influencia sobre todo cuando los medios de comunicación empiezan a encontrar por diferentes  motivos atractivos a un personaje y la promoción que le puede dar la noticia positiva a un candidato que demuestra capacidades, cualidades y arraigo empieza a generarle una empatía mayor y un reconocimiento que a final de cuentas es muy positivo para una campaña electoral”.

¿Cree que afecta que los partidos se debiliten y se fortalezcan los candidatos?

“Deberían ir de la mano, puesto que el problema del personalismo político son caudillismos exagerados donde se piensa que una sola persona puede realizar la obra de gobierno de manera individual, no hay la menor duda de que un partido político lo que debe generarle a esa personalidad fuerte que es reconocida por la ciudadanía son pies de apoyo que son otras figuras que tengan la capacidad de poder ayudar junto al que va a líder el gabinete. No se deben ver como dos asuntos independientes, sino como un complemento, es importante la imagen fuerte de un líder, pero también saber que ese líder está rodeado de los mejores”.

¿Considera usted que ese personalismo político pueda subordinar el interés del partido en aspiraciones personales?

“Sí, en muchas ocasiones el personalismo político conlleva a eso, que quien se considera muy popular, fuerte y quien piensa que lo puede hacer todo vaya en segunda instancia la visión del partido siempre y cuando este partido tenga un plan, se está partiendo de un partido que tiene proyecto como objetivo, pudiera ser que quien lo ejecute por vanidades personales o por creer que es más importante o superior que el partido suspenda cualquier interés grupal para el desarrollo de las políticas públicas, creyendo que su posición es la que vale porque es la que es avalada por la ciudadanía”.

¿Es positivo para el país como democracia que se centre en un candidato y no en una agrupación?

“En general si es peligroso porque empieza a desligarse el trabajo del grupo que es fundamental en la sociedad y más en el gobierno , cuando se empieza a personalizar la política inclusive en muchos partidos políticos de Costa Rica son casi que franquicias, donde no hay agrupaciones bien conformadas con planes de gobierno claros que liguen a alcaldes a ministros, presidentes y a diputados, sino que en muchas ocasiones el nombre del partido es utilizado nada más para inscribirse en una campaña electoral y no hay una institucionalidad fuerte en ese partido que oriente a quienes son parte del mismo”.

El Populismo es un estilo de gobernar más que una ideología política. ¿Promueve el personalismo político el populismo?

“Esto se presenta cuando el populismo político está desagregado de los problemas nacionales y está más concentrado en un asunto de publicidad, es cuando el ciudadano es mucho más fácil tomar decisiones sin lograr un mundo ideal. Entonces en esa perspectiva alguien que tiene un personalismo fuerte pudiera mal interpretar su popularidad y podría caer en esas promesas fáciles ligadas de la realidad y por supuesto golpear la constitucionalidad y también perder la consolidación del voto del país”.

¿Juan Diego Castro es un ejemplo de personalismo político?

“Sí, porque representa el voto que tiene en la actualidad el PIN y no es por la estructura o por ser un partido reconocido, inclusive es un partido que no ha representado absolutamente nada en la política del país, es un partido que le facilita a Juan Diego Castro llegar a ser candidato, también es cierto que le permitiría a él por ser un partido pequeño llegar a formar un partido con una estructura muy ligada a su pensamiento y porque no pensar que podría llegar a tener una estructura exitosa y llegar a buscar un proyecto en común de quienes conforman esa agrupación”.

Se entiende que el personalismo político en muchas ocasiones se puede subordinar el interés del partido a las aspiraciones personales y haber solo un beneficiado. ¿Es necesario prevenir el personalismo político?

“No es necesario prevenirlo, creo que es parte de las necesidades que se requieren en el liderazgo, el personalismo político tiene que ver mucho con características de liderazgo, ahora el líder también debe enfocarse en general empatías y generar una agrupación que puedan promover un acto comunitario de gestión pública, pero pensar que el personalismo político por si solo es malo sería un error, esto debido de quien venga ese personalismo, porque si se habla de Gandhi o Juanito Mora se está hablando de personalismos positivos para la nación, el cual promovían ideas positivas para el país”.