¡En todo Costa Rica saben qué es Tencha! El famoso prostíbulo que, durante años, una mujer cartaginesa administró para generarle trabajo a aquellas mujeres que necesitaban dinero para mantener a sus hijos.

Pero… ¿quén era esa mujer? El nombre del lugar se debía a su dueña: Hortencia Porras Mora, quien falleció a una avanzada edad bajo el abrigo de su familia. La siguiente es la transcripción de una entrevista realizada a este personaje por el periodista cartaginés Dagoberto Quirós Navarro -hace 21 años- para el medio local Cartago Al Día:

Foto del ejemplar de hace 21 años, que mostraba a la legendaria Hortensia «Tencha» Porras. En ese entonces, la mujer tenía 87 años.

Tarde oscura, entrevista segura. Demasiada luz en cada respuesta de nuestro personaje aún con sus 87 años de existencia.
Hortensia Porras Mora, Tencha, es uno de los personajes más conocidos de la provincia de Cartago y por ello nos dimos a la tarea de localizarla.

El martes 30 de abril tuvimos la oportunidad de llegar hasta su casa de habitación en San Rafael de Quircot y, durante largo rato, nos habló de su niñez, juventud y de su vida actual.

Cuando escuchó el sonido del motor del carro frente a su casa de inmediato con llaves en mano, procedió a abrir el portón y darnos la bienvenida. Ella es pequeña, de pelo canoso, jovial y, en especial muy, espontánea.

Sorprendimos a su nuera en plena labor de limpieza de la pequeña sala y por eso Tencha decidió atendernos en el comedor, un lugar acogedor, donde se conjuga el olor a piso limpio con el aceite de las velitas que ella utiliza para rezarle a la Santísima Trinidad, al Doctor Moreno Cañas, a la Virgen de la Concepción, a Marìa Auxiliadora, a San……

Nació el 25 de abril de 1909 en Cipreses de Oreamuno y desde muy pequeña confiesa haber tenido mucho amor al trabajo, ya que en la Finca de Marcos Granados, en Cot, realizaba labores agrícolas y hasta ordeñaba las vacas.

¿Cómo se inició en el negocio llamado Tencha?

Bueno, sería Dios. Yo tenía mucho niño que mantener de las muchachas que trabajaban ahí, ya tenían muchos hijos y les había ido muy mal en el matrimonio, o en sus casas; en ese entonces una señora de apellido Acuña me pidió ayuda con las necesidades de varios pequeños. Fue así como doña Rafaela Marín me alquiló un local en el Barrio El Carmen y me dijo que allí era bueno para que muchas parejas llegaran.

¿Dónde quedaba el lugar, como era?

Donde está hoy el Bar Royal; eso antes era un pedregal, no había luz, no estaba el Puente Baily, y solo faltaba ver el león.

¿Hace cuánto de eso?
Casi los 50 años.

¿Creció el negocio de la prostitución?
¡Huy claro! Después llegaron más muchachas; solo que tuve que jalarlas al “control” porque allí llegaba la autoridad y me pedían el registro de cada una de ellas.

¿Cuántas muchachas trabajaban para usted?
Como seis, pero solo llegaban los fines de semana.

¿Qué pasó luego?
El local yo lo compré.

¿Cómo se llamaba el negocio?
Tencha. La gente lo conocía por mi nombre.

¿Siempre tuvo clientes fijos?
Ah no, allí llegaban hombres de todo lado.

¿Cómo hacía con las muchachas que trabajaban para usted?
Casi todas tenían hijos, yo les alquilaba una casa para que estuvieran cerca.

¿Se arrepiente de lo que hizo?
No. Ese negocio le dio de comer a mucho niño desamparado.

¿Pondría de nuevo el negocio de la prostitución?
No, pondría una soda o cafetería.

¿Lo ejerció alguna vez?
No. Yo tenía mi negocio y mis muchachas, como cualquier negocio.

¿Quiénes llegaban donde Tencha?
Gente de todo tipo; doctores; abogados; empleados de bancos y agricultores.

¿Se acuerda de algunos?
Claro que sí, pero no voy a dar sus nombres, porque los respeto mucho.

¿Por qué dejó el negocio?
Prácticamente me lo quitaron, el hombre con quién vivía me arruinó.

¿Cuánto cobraba cada muchacha hace años?
Un colón cincuenta céntimos, el colón para el negocio, los cincuenta céntimos para la muchacha.

¿Cuántas habitaciones tenía?
Dos y una casa pequeña.

¿Era rentable?
Apenas para vivir.

¿De dónde salió la frase: “Primero los de Cachí porque los deja el bus”?
En el negocio nadie hacía fila, son chistes de la gente. Además de Cachí nadie llegaba.

¿Le faltaron el respeto alguna vez?
No. Todos eran muy buenos clientes.

¿Le gusta el fútbol?
No.

¿Llegaban futbolistas?
Que yo me acuerde, no.

¿Porqué tanta fe religiosa?
Bueno desde muy pequeña soy católica y le rezo a todos los santos, en especial venero a la Virgen de la Concepción.

¿Un amor imposible?
Ninguno, todos fueron pasajeros.

¿Una comida preferida?
Me gustaba el arroz y los frijoles, pero ahora solo sopa me recetan.

¿A qué hora se levanta?
A las 8 de la mañana.

¿Y se acuesta?
Después del Rosario del Padre Martínez.

¿Qué hace Tencha hoy?
Rezarle a Dios día y noche, por mi gran fe primero y porque espero que me perdone si algo malo hice en este mundo.

Todas estas preguntas han servido para conocer un poco quién es Tencha Porras. Nuestro personaje no se arrepiente en ningún momento de lo que hizo y más bien reconoce haber ayudado a mujeres con hijos abandonados por su progenitor.

Después de ella aparecería la competencia “Zuza” y “Mamá Descalza” y por supuesto el nombre del Bar Royal; sin embargo el comienzo de todo esto se refleja en esta simpática anciana, conocida por todos solo por su nombre, desconocida por la mayoría como ser humano y que, desde hace años, se ha dedicado a sus hijos y a su familia.

2 COMENTARIOS

  1. Buenos talquitos me eche hay en ese tiempo cobraban 1500 un amigo mio le dijo a la trabajadora …si usted se llama Lorena vamos al cuarto….la respuesta fue huy que es mago o que ese es mi nombre…

  2. Bueno,así es esto el poder de uno es hacer algo en pro de las demás personas que nos necesitan.
    Que Dios bendiga y perdone a Tenchita porque sin duda alguna es un motor de vida.
    No todo lo bueno es malo y no todo lo malo es bueno.

Comments are closed.