Redacción – Los nutrientes que contienen los alimentos son requeridos para mantener el adecuado funcionamiento de todas las células de nuestro organismo. Por eso, los alimentos tienen funciones sumamente importantes para el mantenimiento de la salud.

Los contenidos correspondientes a la nutrición en el organismo humano, los alimentos, normas de higiene y conservación de éstos, tanto en el nivel de Educación General Básica como en el Polimodal, se vinculan con la educación para la salud desde una concepción de promoción, tanto en el plano personal como en el social.

Por lo tanto, creemos conveniente que, al desarrollar esos contenidos conceptuales en el nivel áulico, los docentes tengan en cuenta las recomendaciones que los médicos y especialistas en nutrición hacen al respecto.

  • Comer con moderación e incluir alimentos variados en cada comida.
    Si es posible, realizar cuatro comidas diarias. Comenzar el día con un buen desayuno. Está comprobado que un buen desayuno mejora el rendimiento físico y mental, aumenta la capacidad de trabajo en los adultos y el rendimiento escolar en los niños y jóvenes.
  • Consumir diariamente leche, yogures y quesos. Son necesarios en todas las edades.

El nutriente principal de este grupo de alimentos es el calcio, imprescindible para la formación y el mantenimiento de la masa ósea.

  • Mantener el peso dentro de los parámetros adecuados.

La obesidad aumenta el riesgo de contraer enfermedades como hipertensión, diabetes, enfermedades cardíacas, cáncer, etc.

  • Comer diariamente frutas y verduras de todo tipo.

Estos alimentos aportan vitaminas, minerales, fibra y agua. Tienen bajo contenido de grasas. El consumo de papa, debe ser moderado pues aportan más calorías que el resto de las verduras. Las fibras ayudan a regularizar la función de los intestinos, previene el hipercolesterolemia y la arterioesclerosis, tiene un efecto debarrido sobre los dientes (limpieza).

  • Comer amplia variedad de carnes rojas y blancas, retirando la grasa visible.
    Es conveniente: disminuir el consumo de fiambres y embutidos que poseen mayor contenido de grasas y sal, cocinar el pollo retirando previamente la piel, incorporar pescados a la dieta.
  • Preparar las comidas con aceite preferentemente crudo y evitar la grasa para cocinar.

Es preferible emplear los aceites de origen vegetal a las grasas de origen animal como la manteca (tienen mayor contenido de grasa saturada que elevan el colesterol) Emplear la mínima porción de aceite. los métodos ideales de cocción son a la parrilla, al horno, a la plancha o al vapor.

  • Disminuir el consumo de azúcar y de sal.

La disminución del consumo de sal previene la hipertensión. La clave es cocinar con poca sal y realzar el sabor de las comidas con hierbas y especias. Hay que ser moderado en consumo de azúcar, dulces y golosinas porque consumidos en exceso favorecen el aumento de peso y el desarrollo de caries dentales.

  • Tomar abundante cantidad de agua potable durante todo el día.

El agua representa el 60 % del peso corporal total de una persona adulta. y es uno del componente más importante de nuestro organismo. Es recomendable usar agua potable no sólo para beber sino para lavar y preparar los alimentos.

  • Aprovechar los momentos de las comidas para el encuentro y el diálogo con otras personas.

Para los seres humanos, los momentos de las comidas constituyen formas de relacionarse consigo mismo, con familiares, con amigos.

  • Complementar las claves para una alimentación saludable con un plan regular de ejercicios.

Algunos de los beneficios de la actividad física para la salud, son los siguientes:

      • Ayuda a regular el peso corporal, particularmente en aquellas personas que desarrollan una ocupación sedentaria.
      • Disminuye los riesgos de padecer enfermedades del corazón.
      • Reduce el riesgo de desarrollar diabetes y permite controlar los niveles de azúcar en sangre.