Redacción – En la ciudad de Waterloo en Ontario, Canadá, se planteó una insólita innovación que cambiaría la forma de ver los desperdicios.

Se trata de una propuesta donde se convertirá la caca de perro en energía, a través de un proceso llamado “digestión anaeróbica».

El alcalde de la ciudad, Dave Jaworsky dijo que el programa se implementará en dicha ciudad porque “es amigable con el medio ambiente” y que ayuda a “reducir la cantidad de basura de la ciudad”, según consigna HuffPost.

¿Cómo funciona?

Las bolsas con excremento de perro se guardan en un contenedor subterráneo. De 10 a 14 días “se envía a una planta de procesamiento donde se mezcla con otros desperdicios orgánicos”, según dice el alcalde Jaworsky .

Aquí entra el proceso de la «digestión anaeróbica», producida por descomponer un desperdicio orgánico en un lugar sin oxígeno, donde se crea un biogás que sirve para crear energía y calor al quemarse.

Jaworsky afirma que “todo lo que sobre (de desperdicios) se puede utilizar como fertilizante”, ya que son orgánicos.

Un proceso simple

La recolección de caca de perro, para ese fin, no es algo extraño, según el alcalde de Waterloo, quien afirma que es “bastante simple y no del todo nuevo”.

«En sitios rurales se utiliza está técnica para el abono y cosas así», dice. «Sólo se trata de aplicar tecnología rural en ambientes urbanos».

Además, asegura que entre el 40 y el 80 por ciento de los basureros contienen “desperdicio de perro» y que la ciudad junta unos «115 mil kg de basura al año».