San José –Luego de que esta mañana se anunciara la renuncia de los directivos de Bancrédito, el gobierno nombró nueva junta directiva en ese banco estatal.

Los nuevos miembros de la Junta Directiva son: Javier Herrera Guido quien ha sido miembro de la Junta Directiva del Puesto de Bolsa del Banco Popular y responsable de la administración de importantes empresas relacionadas con el sector salud.

Tobías Cerdas Saénz quien fue Director Financiero del Banco Central de Costa Rica y Auditor de Supen, Luis Alvarado Gómez quien cuenta con amplia experiencia como Gerente y Presidente de empresas de medios de pago internacionales, Ronald Rojas Esquivel, quien se desempeñó como Director Nacional de Créditos del Banco Nacional de Costa Rica y Director Regional en distintas sedes de esta misma entidad bancaria.

Además, Rosa Roig Oller quien fungió como Directora Administrativa de Banco Central de Costa Rica, Ana Isabel Salas Vargas quien ha asesorado a distintas instituciones como el Banco Central, el Banco de Costa Rica y el Banco Popular en lo que respecta a Auditorías Bancarias.

Asimismo, Gina Ampie Castro quien tiene amplia experiencia en el sistema financiero en banca, fondos de inversión y puestos de bolsa, y especialista en gestión bancaria y cooperativas.

Tanto el vicepresidente Helio Fallas, como Sergio Alfaro, ministro de la Presidencia, señalaron luego de la conferencia del Consejo de Gobierno que la nueva junta tendrá la misión de consolidar las finanzas del banco, en virtud de los problemas financieros que ha enfrentado en los últimos meses.

«La transformación del banco hacia una entidad más sólida, eficiente y rentable, pasa por asumir un rol más protagonista en la banca de fomento y desarrollo en el país, que articule de manera adecuada los esfuerzos y recursos que ya operan en el mercado y el sistema», dijo Helio Fallas.

La Presidencia de la República reconoció esta tarde que ellos mismos pidieron a la junta directiva presentar su renuncia luego de que se planteara la idea de convertir al Bancrédito en un banco de fomento y desarrollo.

Bancrédito fue cuestionado el año anterior cuando sus utilidades anuales se vieron reducidas en un tercio, lo cual sugería una posible crisis financiera a lo interno de la entidad bancaria. Ello generó que sectores políticos pidieran al gobierno cerrar el banco; sin embargo, Luis Guillermo Solís había afirmado que ello saldría más caro que mantenerlo.