Redacción. No pasamos de una ilusión, de un sueño… Llegamos al coloso de Santa Úrsula repletos de aires de triunfalismo, de lograr un nuevo aztecazo; sin embargo, en los primeros minutos del juego, México se encargó de borrar cualquier esperanza.

Una mala jugada en el medio campo le dio la posesión del balón a los del Tri. Con rapidez y una excelente ubicación, Carlos Vela filtró un pase a las piernas del goleador Javier El Chicharito Hernández, quien -a su mejor estilo- enfrentó a Keylor Navas -su excompañero del Madrid- y lo venció con facilidad. ¡Cayó el primero al minuto 7!

Costa Rica era la llamada a buscar el empate; no obstante, el planteamiento del Macho Ramírez impidió que La Sele lograra llegar al área rival con peligro y efectividad. Más bien, fueron los de casa quienes insistieron en aumentar su ventaja ante una defensa que lució mal, muy mal.

Jhonny Acosta muy lento, de bajo nivel. Cristian Gamboa no fue el mismo que nos hizo vibrar en Brasil. Rónald Matarrita muy mal. Jean Carlo González cumplió. Y Navas, sí, ese que atrae las luces de las cámaras, cometió errores que a un guardameta de su nivel no se le perdonan.

El mítico Azteca silenció por completo a los miles de ticos que llegaron a México con aquella esperanza… El marcador seguía en contra.

El primer tiempo comenzaba a agonizar cuando desde un tiro de esquina, Néstor Araujo puso su cabeza para enviar el balón al marco de Keylor, quien en todo momento mostró inseguridad en esa jugada.  Y para culminar, el balón se escapó de las manos del portero tico.

Con ese sinsabor nos fuimos al segundo tiempo. Quizás, con una esperanza -mínima- de que las cosas podrían mejorar en el segundo tiempo.

La etapa complementaria arrancó. Costa Rica movió el balón, pero de inmediato México impuso respeto. La Sele, con el bus completamente atrás, se vio mal. No propuso fútbol, solo esperó los embates de los locales.

El tiempo avanzaba y los cambios llegaron. Ramírez decidió sacar a un deslucido Rándall Azofeifa, de quien nos enteramos que jugó solo porque su nombre estaba en la alineación, más no así por su juego. Su lugar lo ocupó el exmorado David Guzmán, otro que tampoco se mostró en el terreno.

El óle comenzó a escucharse por todo el Azteca, una y otra vez. Costa Rica cada vez lucía peor. El planteamiento que mostró Ramírez pasó la factura, muy cara por cierto.

Una que otra individualidad de Brayan Ruiz y de Joel Campbell -quien entró de cambio por un discreto Cristian Bolaños- intentaron marcar diferencia, pero de ahí no pasamos.

El segundo tiempo fue crítico para los nacionales. México pudo ampliar el marcador, pero perdonó. Incluso en momentos en los que Navas erró.

Los 90 minutos llegaron y el árbitro panameño Jhon Pitti alzó sus brazos y pitó el final. Costa Rica no solo perdió el partido, sino también el liderado de la hexagonal.  El aztecazo fue nada más un sueño… aunque para muchos ticos una pesadilla, principalmente para aquellos que quedaron a la deriva por su agencia de viajes.

Por ahora, podemos seguir soñando… no con un aztecazo, sino con llegar a Rusia 2018.