Redacción /Agencias – Jimmy Kimmel abrió la velada con un intenso y punzante discurso. Entre bromas a algunos actores – Matt Damon fue su principal víctima-, el anfitrión dedicó poderosos dardos a Donald Trump.

Y no fue sólo en su monólogo de apertura. Durante toda la noche, el presidente estadounidense fue blanco de sus ironías, principalmente por haberse metido con Meryl Streep . Recordemos que la actriz, candidata a su vigésimo Oscar (que finalmente no alzó), cuestionó severamente al presidente y obtuvo como respuesta comentarios descalificatorios, como «actriz sobrevalorada».

Hacia el final de su monólogo, se puso serio: «Hay millones de personas viendo esto y si cada uno tomara un minuto para hablar con alguien con quien no está de acuerdo y tener una conversación positiva y considerada, no como liberales o conservadores, sino como estadounidenses, si pudiéramos hacer eso, haríamos Estados Unidos grande de nuevo».

Más tarde, otra ironía: «Trump va a estar tuiteando sobre esto en mayúsculas a las 5 AM», dijo, en alusión a la costumbre del presidente de tuitear desaforadamente a horas insólitas.

Sobre la decisión de Trump de prohibir la entrada a algunos periodistas a una conferencia de prensa: «Si hay alguien aquí de CNN, de Los Ángeles Times o del New York Times… si trabajas con algo que tenga la palabra ‘Times’ en su nombre, incluso el Medieval Times, me gustaría pedirles que salgan del recinto ahora mismo, ¿ok? No toleramos las noticias falsas».

Sobre las medidas inmigratorias que alientan la xenofobia en los Estados Unidos: «Quiero agradecer a Trump. ¿Recuerdan el año pasado cuando pensábamos que los Oscar eran racistas?».

De igual manera, Gael García Bernal estaba a cargo de la entrega del premio al mejor documental. Luego de anunciar al ganador, Piper, el actor tomó la palabra para enviar su mensaje en contra de las medidas inmigratorias de Donald Trump: «Como mexicano, como latinoamericano, como un inmigrante trabajador, estoy en contra de cualquier tipo de muro que quiera separarnos».

Por otro lado, el director, ganador del premio a la mejor película extranjera por El Viajante, no fue a recibir el premio a raíz de la ley que prohibió la entrada de inmigrantes de siete países musulmanes a los Estados Unidos, impulsada por el presidente, que luego no se aplicó: «Es un honor recibir este premio por segunda vez. Me gustaría agradecerle a los miembros de la Academia, a mi equipo, a mi productor y a los nominados en esta categoría. Siento mucho no estar aquí esta noche. Mi ausencia es por respeto a mi país y a los ciudadanos de otras seis naciones que han sido ofendidos con la inhumana ley que prohíbe la entrada de inmigrantes a los Estados Unidos.