Por Rolando González Ulloa

Diputado y precandidato presidencial del PLN


 

Cada persona es libre de apoyar a otra en un proceso democrático. Por eso es legítima la adhesión de Óscar Arias a un precandidato coincidente con sus visiones e intereses compartidos. No obstante, me llama la atención que para exaltar a su ahijado político, acuda a dos prácticas impropias, igualmente reprochables en un referente como él.

En primer lugar resulta lamentable que haga suya la pauta de su candidato, cuando procura reducir la convención liberacionista a dos nombres. ¿Por qué insistir en la invisibilidad de otros compañeros? Además de injusto, es un modo de hacer política que no luce en alguien a quien siempre respetamos y apoyamos.

La democracia permite elegir mediante votos y estos no se han emitido. El exceso de dinero, los ataques fratricidas, el despilfarro publicitario y la invisibilización antojadiza de los contendores, no son suficientes para suplir el valor de una votación y su escrutinio.

En segundo lugar, deploro y rechazo la profecía apocalíptica sobre el 2018 y el final del Partido Liberación Nacional. Nadie, ni Óscar Arias, puede adivinar el futuro y menos en política electoral, por lo que su afirmación de que si el candidato no es su protegido, el PLN perderá y se acabará, es impropia e indigna de su emisor.

Esa visión amenazante y carente de objetividad, dista mucho de la que tenemos miles de costarricenses esperanzados en que nuestro partido reverdezca y retome los caminos de la democracia social. En ese nuevo amanecer, si algo puede y debe morir, preferiblemente antes del 2018, es el liberacionismo falto de ética, el que ha promovido vigorosos nexos entre los negocios y la política, el que se ha alejado de la gente pobre y la solidaridad, el que se ha divorciado de los principios que nos dieron origen.

El 2 de abril elegiremos nuestro líder. Espero ser el escogido porque soy un hijo del pueblo, que siempre ha estado en las luchas del PLN, que se ha preparado para gobernar con una visión auténticamente socialdemócrata y que sí asegura la unidad del partido con base en tolerancia, capacidad y determinación para forjar participativamente la Costa Rica del futuro.

De aquí a esa fecha contenderé con trabajo, ideas y respeto. Concluida la convención promoveré la unidad liberacionista y la incorporación del pueblo costarricense a nuestra causa. Espero que el liderazgo y la sapiencia de Óscar Arias nos acompañen para avanzar hacia el triunfo y el éxito en el gobierno venidero bajo el liderazgo del Partido Liberación Nacional.