Redacción- Peras, manzanas, plátanos, arándanos… Estos alimentos no solo pueden formar parte de la dieta humana. “Frutas como la manzana y la pera aportan grandes beneficios al perro”, señala el veterinario y dietista canino, Carlos Alberto Gutiérrez, autor del blog Nutricionista de perros.

Los beneficios que tienen algunas frutas para el can han sido también estudiados por Rick Woodford, autor del libro ‘Alimenta mejor a tu mejor amigo’

“Las comidas y piensos procesados para perros contienen el balance apropiado de proteínas, grasas, vitaminas y minerales que el animal necesita”, explica Woodford, que también escribe el blog The Dog Food Dude.

¿Qué frutas sí son beneficiosas? Woodford, que empezó a cocinar en casa para sus mascotas después de que a uno de ellos, Jackson, le diagnosticaran cáncer, recomienda el siguiente listado de “frutas saludables para canes”:

  1. Arándanos (son antioxidantes)
  2. Plátanos
  3. Manzanas
  4. Peras
  5. Mangos
  6. Papayas
  7. Melones
  8. Albaricoques
  9. Ciruelas
  10. Naranjas

¿Cómo ofrezco frutas al perro?

La cantidad de fruta que el perro ingiera debe estar supervisada por el especialista. Esto es importante ya que no todos la aceptan. Algunos, incluso, pueden padecer alergias. Y la fruta no debe sustituir a su dieta habitual: se trata, en todo caso, de un complemento y en pequeñas cantidades.

¿Otras precauciones? “Todas deben estar libres de pipas y semillas antes de ofrecérselas al can”, remacha el autor de ‘Alimentar mejor a tu mejor amigo’.

Lo importante es lograr una dieta equilibrada para el perro, señala, por su parte, el veterinario Fausto Andrés. “Si se alimenta con la cantidad de proteínas suficientes, se le puede ofrecer frutas sin problemas”, asegura.

¿Cómo lograr que el perro coma fruta?

Introducir las frutas en la dieta del can desde que es un cachorro es una de las claves para que el animal acepte este alimento. “Cuando esto ocurre, es habitual que el perro las disfrute y se las coma solas, sin necesidad de tener que mezclarlas con otras viandas”, apunta Gutiérrez.

Lo idóneo, coincide Woodford, es “comenzar cuando son pequeños, con distintas frutas dentro de sus cuencos de comida”. Que un perro adulto no habituado acepte las frutas como parte de su dieta es algo más complicado. Para ello, Gutiérrez propone mezclarlas con otros alimentos, como sardinas enlatadas o pollo, y hacer un puré con los frutos

Woodford aporta otro consejo: cortar la fruta en trozos. “Muchas frutas están envueltas en una piel dura, que puede suponer una resistencia para el can. Cortarlas en pedazos ayuda a que muerda la carne de la fruta y que no sea la piel lo primero que encuentre.