Redacción – El preso estadounidense, Ronald Bert Smith Jr., sufrió la noche de este jueves las dificultades en la aplicación de la pena de muerte.

Smith, de 45 años, fue ejecutado con la inyección letal en Alabama; sin embargo, agonizó durante trece minutos luego de recibir la dosis, lo que le causó problemas de respiración, según informaron los testigos.

El caso fue polémico desde su inicio, ya que la ejecución se realizó pocas horas antes de el Tribunal Supremo rechazara los recursos de la defensa.

Las autoridades carcelarias mataron a Smith con una combinación de tres sustancias. Según relató un periodista presente, cuando se le administró la primera, empezó a jadear y tose intensamente.
El hombre fue condenado a muerte por el asesinato de un empleado de un supermercado en 1994.
El departamento penitenciario de Alabama anunció que se siguió el protocolo habitual y que se efectuará una autopsia al fallecido, misma que determinará si hubo irregularidades.

En 2014, un preso en Oklahoma convulsionó y murmuró media hora después de administrarle la inyección letal con esa sustancia.