Tibás- El escenario era el óptimo: un clásico, llenazo en la cueva y la motivación al tope por parte de los saprisistas: un momento idóneo para que feligresía y jugadores se unieran en un homenaje al fallecido Gabriel Badilla.
En medio del minuto de silencio, los jugadores se mantuvieron a la altura del homenaje del excapitán morado que falleció hace casi dos semanas.
Por supuesto, uno de los momentos claves fue cuando develaron la camiseta del ídolo, del amigo, del capitán, del gladiador.
Pocas veces esa comunión entre jugadores y afición es tan palpable; sin embargo mención aparte merece la unión mostrada por el grupo este jueves.
El clásico de este jueves no fue ni será el mismo, falta la figura del líder, sin embargo, para los morados, Badilla vivirá en sus corazones para siempre.