Redacción – Uno de los principales motivadores que pueden tener algunas familias para tener un perro es la idea de “que el perro proteja  a la familia” o “que el perro proteja la casa”.

Es común pensar que necesitamos un perro de una raza específica, o que necesitamos un perro agresivo, o evitarle el contacto con personas para que “no agarre confianza”, o bien que es indispensable llevarlo a clases de guardia y protección.

Sin embargo, ninguna de estas creencias es acertada.

Los perros como mamíferos, son seres sociales que desarrollan vínculos afectivos importantes con su grupo social, es decir con su familia (esto incluye humanos, perros e incluso animales de otras especies).

Esta particular característica, y su gran capacidad de apego hacia la familia, los ha hecho por miles de años el mejor compañero del hombre y en consecuencia pueden cuidar ganado, propiedades, etc.

Los perros por naturaleza protegerán a su familia siempre y cuando existan las siguientes condiciones:

  1. Goza de un ambiente seguro para él.
  2. Puede confiar plenamente en sus humanos.
  3. No vive en un entorno donde se le intimida o donde se abusa psicológicamente de él.
  4. Se le permite una convivencia estrecha y amplia en el entorno humano.
  5. Existe un vínculo afectivo y se siente parte de una familia.

PERROS

Un perro puede llegar a ser el mejor guardián SIN necesidad de adiestramiento. Esto dependerá principalmente de que tenga un excelente desarrollo social y la oportunidad de vivir experiencias diversas, de tal forma que aprenda a discernir por sí mismo las particularidades de cada situación. 

Cuando hablamos de perros guardianes, en realidad lo que desearíamos todos es un perro que no sea un peligro para la sociedad, pero que al mismo tiempo proteja a su familia o su hogar cuando sea necesario.

Esto NO se adquiere con adiestramiento, se adquiere con una excelente SOCIALIZACIÓN y exponiendo al perro a todo tipo de situaciones donde se le ayude a relacionarse de manera confiada y segura en el entorno. 

Un perro primero debe sentirse cómodo y seguro en su entorno, establecer una relación confiada con diversos estímulos, incluyendo personas extrañas y sentirse con la capacidad de poder explorar, ser curioso e interactuar con todo lo que lo rodea.

Esto lo llevará a ser capaz de reconocer los diferentes patrones de conducta de los humanos de tal manera que pueda leerlos mejor y reaccionar ante posibles amenazas reales.

Fuente: Super Cachorros