Rocío Solís


Rocío Solís

Presidenta Comisión Costarricense

de Cooperación con la UNESCO


Es entendible que los docentes sientan que están amarrados de manos para corregir a sus alumnos por temor a una demanda.  Pero no es bueno quedarse cruzado de brazos y dar la batalla por perdida.

Hay que explorar otra solución para recobrar la autoridad y que mejor que darle a cada niño, a cada adolescente en el aula su identidad. Comunicarse con ellos, escucharlos, prestarles atención, conocerlos y crear empatía pueden darle resultados inesperados.

Un acercamiento con el estudiante más revoltoso, no sólo ayudará al profesor a entender el porqué de su comportamiento, sino que le dará la oportunidad de ayudar a aquella persona que quizás sólo busca llamar la atención distraerse o alejarse de una dura realidad.

Es importante reflexionar sobre la influencia que ejerce la relación docente – niños – jóvenes.  Y aquí me atrevo a dar algunas recomendaciones que los docentes pueden utilizar para mejorar la relación con sus alumnos.

Se debe establecer una relación personalizada con ellos,  saludarlos por su nombre cuando entran a clases, para que se sientan únicos y no solamente como uno más del grupo.

Es bueno prestarles atención cuando la necesitan, no oírlos sino escucharlos, jamás ignorarlos. El profesor debe procurar que todos participen, permitirles opinar y mostrar respeto hacia ellos.

Como ven la clave está en la comunicación, es con ella que podemos lograr establecer una relación de confianza y respeto con los alumnos; se debe tener un estilo comunicativo caracterizado por la expresividad, por la capacidad de escuchar y  promover el intercambio comunicativo de forma positiva.

¿Cómo? Permitiendo  que estudiante tenga espacio para comunicarse, observar y ajustarse al estilo de comunicación de cada uno, enseñarles a escuchar a los demás, promover el aprendizaje como una actividad atractiva y basada en la comunicación.

En los docentes está  motivar para que los niños – adolescentes quieran explorar y tener vivas las ganas de ayudar; por eso es de mucha importancia analizar la perspectiva de los alumnos y su visión del medio que los rodea.

Hay que facilitarles muchas oportunidades para que puedan representar las ideas que ellos expresan; dejar abierta la creatividad. Utilizar metodologías que les permita avanzar de acuerdo al ritmo que tiene cada uno y sobretodo, tener confianza en las posibilidades de aprender de los estudiantes, esto les va a dar seguridad.

Por su puesto, es necesario establecer relación y comunicación con los padres y visitar  el hogar si fuera necesario.

En síntesis, una manera de recobrar la autoridad en el aula por parte del docente, es conocer a sus alumnos en sus habilidades, hábitos, reacciones, formas de relacionarse; establecer buenos canales de comunicación con ellos y la familia, así podrá volver a  tener el control y el manejo de las situaciones que se presentan dentro del aula y ser capaz de detectar y remediar situaciones que muchas veces por desconocimiento se salen de las manos.