Redacción – Durante los Juegos Olímpicos se observan todo tipo de rituales para quitar los nervios previo a la competencia, algunos deciden gritar; sin embargo, la del nadador Santo Condorelli es la más llamativa de los Juegos Olímpicos de Río 2016.

El canadiense le saca el dedo del centro a su padre antes de saltar a la piscina, y este, por supuesto, le devuelve el gesto para que pierda los nervios.

El inusual ritual lo realizan desde que tenía ocho años y empezaba a dar sus primeras brazadas en la natación; sin embargo, ahora enfrenta el escenario más importante del deporte a sus 21 años, por lo que se volvió viral.

«Tienes que construir tu propia confianza y enseñarle a todos que estás compitiendo, Me dijo: cada vez que estés preparado, sácame el dedo y te lo devolveré», expresó Condorelli a los diarios canadienses.

Este martes podrá volver a observar el ritual cuando el Condorelli enfrente las eliminatorias de los 100 metros libres.