Redacción- El padre Sergio Valverde, reconocido por dirigir el programa Asociación Obras del Espíritu Santo y por luchar día a día por los niños, indigentes, adultos mayores, entre otras personas, esconde una vida que lo llena de emoción y alegrías para ser el hombre que hoy es.

El padre conversó con AMPrensa.com y afirma que no cambia por nada del mundo el sacerdocio y que si volviera a nacer volvería a elegir ser sacerdote.

  • ¿Dónde y cómo fue la infancia del padre Sergio Valverde?

Nací en el Hospital San Juan de Dios y me crie en el Barrio Cristo Rey. Mi infancia fue muy linda a pesar de que mis padres fueron muy pero muy pobres, siempre fueron muy honrados y me enseñaron a salir adelante. Mi papá fue guarda de seguridad en el IMAS y mi mamá lavaba y planchaba en casas.

Soy el mayor de cinco hermanos y desde segundo grado de la escuela hasta quinto año de colegio, pues tuve que ayudar para poder terminar con mis estudios.

También, después de joven trabajé en el Ministerio de Gobernación como policía, en el Ministerio de Relaciones Exteriores, entre otros.  Siempre me ha gustado trabajar y estudiar.

  • ¿Qué le dijo su familia cuando les comunicó que quería ser sacerdote?

Era de esperar, porque yo desde muy niño decía que iba a ser sacerdote.

  • ¿El ser sacerdote se hace o se nace?

Es una vocación y Dios ya le trae un llamado a los escogidos, la respuesta la da la persona al aceptarla o no.

  • ¿Qué le recomienda a las personas que se preparan para ser sacerdotes?

Primero hay que escuchar la voz del señor, y lo que Dios tiene para cada uno nadie se lo quita. Yo lo que recomiendo es que no tengan  miedo, vale la pena y es maravilloso ser sacerdote. Si yo mil veces naciera elegiría ser sacerdote y vale la pena.

Hay que ser fuertes y aguantar el proceso porque muchos inician a prepararse pero pocos se ordenan.

  • ¿Tuvo alguna novia el padre Sergio?

Claro que sí tuve 5 novias. Del primer año de colegio a la universidad  tuve 5 novias. Siempre fui formal, me gustaba visitar la casa, hablar con los papás, respectaba el horario de visita. Gracias a Dios fui fiel y tuve una relación muy linda con todas.