Redacción- Uno de cada cinco menores de edad en nuestro país tiene obesidad, según las estadísticas del Hospital Nacional de Niños.

Este es un problema de salud pública que preocupa a los profesionales en Orientación, quienes diariamente se relacionan en los centros educativos con estos niños, niñas y adolescentes.

Por eso, ellos recomiendan tomar consciencia sobre la importancia de crear una red entre el centro educativo y las familias para prevenir y combatir el sobrepeso y la obesidad.

Según un informe de la Organización Mundial de la Salud del 2014, la obesidad entre los niños alcanzó niveles «alarmantes» a nivel mundial y se convirtió en una «pesadilla explosiva» en los países en desarrollo.

La investigación abarcó  más de 100 países  y los  autores advirtieron que si este problema no se afronta con seriedad la epidemia de obesidad podría revertir muchos de los beneficios para la salud que han contribuido al aumento de la longevidad observada en el mundo”.

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Además, la obesidad está muy relacionada con la diabetes y es la responsable de que los casos de menores de edad con esta enfermedad aumenten.  El Hospital Nacional de Niños diagnosticó del 2007 al año pasado, 516 casos de diabetes tipo 1, tipo 2, neonatal y otras.

Los médicos endocrinólogos se refirieron a las señales de alertas que muestra que un menor está enfermo de diabetes:

Si los niños tienen signos como boca seca y constantemente buscan agua y van mucho a orinar.

También, si están cansados, con mareos, dicen tener visión borrosa, notan en ellos  pérdida de peso, sufren de sudoración.

Así como adormecimiento, dolor o calambres en las piernas, y además de coloración oscura en el cuello o los nudillos.#AMPrensa