Redacción – Las autoridades de Turquía suspendieron o arrestaron a cerca de 50.000 personas tras el golpe fallido la semana anterior.

Profesores, periodistas, policías y jueces por igual han sido apartados de sus puestos, en lo que cada vez se parece más a una caza de brujas para reprimir la disidencia.

 Líderes occidentales instaron al presidente Recep Tayyip Erdogan y a su gobierno a respetar los principios democráticos y a actuar dentro de la ley, aun cuando las autoridades hablan de reactivar la pena de muerte para castigar a los instigadores del golpe.

¿A quién afecta la purga?

La purga ha destripado a las fuerzas de seguridad del país, con al menos 118 generales y almirantes detenidos, lo que supone un tercio del comando de rango general del ejército turco, de acuerdo con la emisora estatal TRT.

Las autoridades también han suspendido a 8.777 funcionarios del Ministerio del Interior, en su mayoría personal de la policía, así como a 100 miembros del servicio de inteligencia, según la agencia de noticias semioficial Anatolia.