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Redacción-El 14 de marzo de 1926 tuvo lugar la peor tragedia ferroviaria en la historia de Costa Rica. Más de 300 personas fallecieron aquel domingo, cuando un tren sobrecargado descarriló en el puente sobre el Río Virilla. Hoy se recuerdan 90 años del fatídico accidente.

En el tren viajaban pasajeros de Heredia y Alajuela, muchos de ellos como parte de una excursión hacia la Basílica de Los Ángeles en Cartago; con el objetivo de recaudar fondos para un hogar de ancianos. El costo por tiquete fue de un colón y medio.

En principio, se dispuso solamente de una locomotora sencilla, sin embargo la popularidad e inscripción de la excursión fue tal, que los encargados utilizaron el convoy de la empresa británica Northem Railway Company con un total de seis vagones de pasajeros.

A las 8:20 a.m. la máquina y los primeros tres vagones ingresaron al puente sobre el Río Virilla. El maquinista, Víctor Manuel Calvo aceleró para pasar sin problemas una pequeña cuesta. Entonces ocurrió la tragedia.

La aceleración y la cantidad excesiva de personas ocasionaron que el último vagón se inclinara hacia la izquierda en plena curva y descarrilara, arrastrando a su vez a los dos carros que lo precedían. Todo sucedió en segundos.

Después del accidente, la máquina y los tres vagones a salvo siguieron su camino para informar lo antes posible de la emergencia. En cuestión de minutos llegaron socorristas, médicos y policías para iniciar las labores de rescate que se extendieron durante el domingo y el lunes siguiente.

Las causas de la tragedia se discutieron ampliamente. Entre las razones figuraron el mal estado de la locomotora y de las vías, el cambio de velocidad del maquinista y la cantidad excesiva de personas que viajaban.

El gobierno declaró tres días de duelo nacional. Las banderas ondearon a media asta y diversos lugares de entretenimiento cerraron. Varios países enviaron sus condolencias a los familiares de los fallecidos.#AMPrensa